Estimados
compañeros
Aquí tenemos un nuevo artículo de los viernes con la colaboración de nuestra compañera Elena Álvaro, del Servicio de Farmacia del Hospital Costa del Sol. Que disfrutéis de la lectura.
El ensayo Systolic blood PRessure INtervention Trial (SPRINT), para evaluar los objetivos de tensión arterial, incluyó 9361 pacientes con TA sistólica de 130 mmHg o mayor y riesgo CV elevado (pero sin diabetes ni ictus previo) y los asignó aleatoriamente a un objetivo de TA sistólica de <120 mmHg, o bien, a un objetivo estándar de <140 mmHg.
Se trató de un ensayo abierto realizado en
102 centros y, después de una
duración media de 3,3 años, la
incidencia en la variable principal (variable
compuesta de infarto de miocardio, síndrome
coronario agudo, ictus, insuficiencia cardíaca
descompensada o muerte de origen cardiovascular)
fue inferior en el grupo de objetivo bajo de
TA comparada con el grupo con objetivo
estándar, lo que motivó su finalización
anticipada por los beneficios observados (ver
Tabla).
Tras los resultados de este ensayo, se ha
generado la tendencia a recomendar que se bajen los
objetivos de TA. Sin embargo, en Therapeutics
Letter se preguntan "¿El ensayo SPRINT cambia nuestro enfoque sobre los objetivos de tensión arterial?"
y ponen de manifiesto ciertos aspectos que se han pasado por
alto, como que se ha ignorado
el hecho de que los pacientes del grupo con
objetivos de TA más bajos
presentaron más reacciones adversas graves respecto
a los pacientes del grupo control (véase la Tabla) y que,
debido a que el diseño del
estudio era la consecución de determinados objetivos de
TA, los investigadores no pudieron estar cegados al
tratamiento de los pacientes. Esto conllevó un alto
riesgo de sesgo de realización y detección (mayor diferencia media de TA
observada entre los dos grupos de lo esperado, entre otros).
Además, nos recuerdan que la Cochrane realizó una revisión en 2009, que
incluía 7 ECAs, con el
objetivo de determinar si había una reducción
de la mortalidad total y morbilidad asociada al
tratamiento de la TA orientado a la consecución de
“objetivos bajos” (≤135/85 mmHg) en comparación
con “objetivos estándar” (≤140-160/90-100 mmHg) en
pacientes hipertensos y cuya conclusión fue que “el tratamiento de los
pacientes para alcanzar objetivos de tensión
arterial más bajos de los habituales (≤
140-160/90-100 mmHg) no reduce la mortalidad ni la
morbilidad”.
Al llevar a cabo la actualización de dicha
revisión incluyendo no sólo el SPRINT sino también
otros nuevos estudios de gran tamaño como el ACCORD
y el SPS3, se sigue
observando que los objetivos de TA más bajos no reducen
la mortalidad total, [RR 0,95 (0,86-1,05)]. Es más,
este análisis muestra que los datos de mortalidad del
ensayo SPRINT son discordantes con el resto de ensayos.
En base a lo anterior y como conclusiones finales, el Therapeutics Letter señala:
En base a lo anterior y como conclusiones finales, el Therapeutics Letter señala:
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