martes, 17 de enero de 2017

Eficacia comparada de los IBP. Enviada el 07/12/2016


Estimados compañeros 

Esta semana adelantamos el envío del artículo de los viernes dado que mañana jueves es fiesta. En esta ocasión tocan de nuevo los IBP, tema no por repetido menos de actualidad y una vez más, de la mano de nuestra compañera Elena Álvaro. Que disfrutéis de la lectura.

  Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se encuentran entre los fármacos más prescritos y usados en nuestro medio. En general, son fármacos seguros, aunque no están exentos de riesgos, sobre todo tras un uso prolongado. Se estima que 1 de cada 10 españoles toma un IBP, cifra que está muy por encima de los datos europeos. Estos fármacos inhiben tanto la secreción basal como la resultante del estímulo de la bomba y se utilizan en una serie de situaciones clínicas: enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), esofagitis por reflujo, úlcera péptica (UP) y síntomas relacionados con la acidez estomacal como el ardor de estómago y la indigestión. Pero, son todos los IBP igual de eficaces? La última publicación del Therapeutics Letter, “Eficacia comparada de los inhibidores de la bomba de protones” nos ayudará a resolver esta cuestión.

    Para comparar la eficacia y seguridad de los distintos IBP, llevaron a cabo dos revisiones sistemáticas, una en pacientes con ERGE y otra en pacientes con UP. Se seleccionaron todos los ensayos clínicos aleatorizados (ECAs) relevantes que comparaban dos o más IBP y tenían un seguimiento mínimo de 4 semanas. En total se encontraron 38 ECA en ERGE y 25 en UP: 

ERGE: en los ensayos comparativos en pacientes adultos con ERGE sintomática, ni esomeprazol (26 ECAs) ni lansoprazol (13 ECAs) presentaron diferencias significativas respecto a otros IBPs en la mayoría de las variables. La mayor parte de los pacientes (60% a 85%) con ERGE experimentaron un alivio sintomático del ardor a las 4-8 semanas. 
 

UP: así mismo, en los ensayos donde se estudian los IBPs en pacientes con UP sintomática volvemos a encontrar que ni esomeprazol (6 ECAs) ni lansoprazol (13 ECAs), presentaron diferencias. La proporción de erradicación de H. pylori en pacientes con UP a las 6-8 semanas fue del 76%-85%.


- En general, las tasas de respuesta sintomática fueron menores en pacientes con UP comparados con los diagnosticados de ERGE. 
 

- La curación endoscópica a las 4-8 semanas se produjo en el 66%-82% de los pacientes con ERGE o UP. Hay una amplia variación en la mediana del tiempo hasta el inicio de la resolución de los síntomas, que va desde 1 hasta 9 días en pacientes con ERGE.


    En cuanto a los aspectos referentes a la seguridad, han sido ECAs de corta duración, donde se han infranotificado los daños de estos fármacos. No se han realizado ECAs de más duración que comparen distintos IBPs en cuanto a la incidencia de efectos adversos. Según datos de estudios observacionales, el uso de IBPs se asocia a un incremento del riesgo de los siguientes eventos adversos: infecciones entéricas (ej: C. difficile), peritonitis bacteriana espontánea, neumonía nosocomial o comunitaria, fracturas, hipomagnesemia, nefritis intersticial aguda, déficit de hierro y vitamina B12. También se asocian a un posible desarrollo de pólipos gástricos, cáncer gástrico, carcinoide y cáncer colorrectal asociados al uso de IBPs a largo plazo.


    Los ECAs incluidos cuentan con una serie de limitaciones, ya que tuvieron un alto riesgo de sesgo de selección, realización, detección y publicación selectiva. Las pocas diferencias significativas encontradas (pequeñas y sin relevancia clínica) probablemente sean debidas a los sesgos existentes. La mayor parte de los estudios eran de corta duración (8-12 semanas) y se excluyeron a los pacientes con complicaciones o comorbilidades, por lo que los resultados son aplicables a una población relativamente sana tratada durante poco tiempo.


En base a lo anterior y como conclusiones finales, el Therapeutics Letter señala: 

 
















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