Información Farmacoterapéutica de los Servicios de Farmacia de Atención Primaria de los Distritos Málaga-Guadalhorce y Costa del Sol. ISSN 2695-365X
lunes, 28 de junio de 2021
Guía de utilización de antipsicóticos de la SEFH
viernes, 26 de febrero de 2021
[CAMJ] PRESCRIPCIÓN EN CASCADA EN ANCIANOS
Estimados compañeros
Gracias a la lista de distribución del Servicio de Asesoría e Información del Medicamento del Servicio Navarro de Salud ha llegado a nuestras pantallas un breve pero interesante documento de la serie "5 cosas que hay que saber sobre..." que publica la Canadian Medical Association.
En concreto, éste trata el conocido problema de la prescripción en cascada en ancianos que, como sabéis, consiste en el tratamiento de una reacción adversa a un medicamento con otro medicamento basándose en la creencia errónea de que es un nuevo problema de salud.
Pese a que no se trata de un problema exclusivo del anciano, a ninguno se nos escapa que esta población, a menudo con numerosas patologías crónicas y frecuentemente polimedicada, es mucho más susceptible de sufrirla.
Para quien le cueste un poco más el tema del inglés, nos hemos tomado la licencia de traducirla, aunque como siempre, recomendamos la lectura del artículo original. Ahí va:
1 La prescripción en cascada define una secuencia de acontecimientos en la que la reacción adversa a un medicamento es malinterpretada como un nuevo problema de salud, lo que conduce a la prescripción de otro medicamento potencialmente innecesario.
Por ejemplo, los calcio-antagonistas puede provocar edema en tobillo, lo que puede derivar en la prescripción de un diurético. En un estudio de cohortes, se observó esta cascada en el 9,5% de los ancianos a los que se les prescribió de inicio un calcio-antagonista (ver apéndice).
2 Esta práctica puede ocasionar efectos adversos graves que requieran ingreso hospitalario.
En un caso, un paciente desarrolló tos tras iniciar tratamiento con un IECA. Esta tos motivó la prescripción de un jarabe con guaifenasina y codeína, provocándole somnolencia y sedación. Además, se inició tratamiento con levofloxacino por sospecha de neumonía, lo que le provocó una diarrea seguida de delirio e ingreso hospitalario.
3 Las cascadas terapéuticas contribuyen a la polimedicación inadecuada, especialmente en ancianos.
Aquellos pacientes con patologías crónicas y síndromes de tipo geriátrico, que requieren regímenes de tratamiento complejos presentan un mayor riesgo de sufrir polimedicación potencialmente inadecuada.
4 Las cascadas terapéuticas y la consiguiente polimedicación innecesaria son problemas detectables y evitables.
Los prescriptores deben preguntarse siempre si ese nuevo síntoma que comenta el paciente puede deberse a un efecto adverso a un medicamento y si ese nuevo medicamento que vaya a añadir al tratamiento del paciente realmente vaya destinado a tratar dicho efecto adverso.
Si la respuesta a alguna de las dos preguntas en afirmativa, el prescriptor debería plantearse si el medicamento sospechoso de estar detrás de ese efecto adverso podría deprescribirse o, en caso de contrario, sustituirse por una alternativa más segura o disminuirse su dosis, eliminando de esta manera la necesidad del nuevo medicamento.
5 Ante la detección de una cascada terapéutica, considere siempre la deprescripción.
La deprescripción se entiende como la retirada gradual o de golpe de aquellos medicamentos que podrían no estar indicados en el paciente para minimizar la polimedicación y mejorar el resultado del tratamiento.
A modo de reflexión final, nos gustaría recalcar lo que se dice en el punto cuatro: que se trata de un problema detectable y evitable. Aparte del pequeño apéndice que acompaña a este artículo, tenemos numerosas fuentes que recogen esos síntomas que pueden deberse realmente a la terapia farmacológica (como por ejemplo, aquí), voces que alertan sobre ella y recogen los ejemplos más comunes (por ejemplo, aquí), herramientas informáticas de apoyo, listados de consejos para una prescripción más prudente (traducción aquí), etc, etc.
Es decir, que lo tenemos todo para dejar de ser parte del problema y empezar a ser parte de la solución. Como dijo Bernardo de Gálvez ante la bahía de Pensacola, el que tenga honor y valor que me siga.
Imagen: Bernardo de Gálvez (c. 1783-84) por Mariano Salvador Maella. (Wikipedia)
viernes, 18 de diciembre de 2020
[INFAC] GLIFLOZINAS: NUEVAS EVIDENCIAS Y LUGAR EN TERAPÉUTICA
Estimados compañeros
En primer lugar, toca pediros perdón: desde nuestra última entrada a primeros de septiembre, en la que nos comprometimos a no caer de nuevo en el mutismo, no hemos dado señales de vida. Podríamos perder el tiempo poniéndoos cientos de razones y dando mil excusas, pero en lugar de eso, preferimos centrarnos en lo que pretende este blog: difundir información de calidad que pueda seros útil en vuestra práctica diaria.
Si hablamos de información de calidad, rápidamente acude a nuestra cabeza el boletín INFAC del CEVIME (Centro Vasco de Información de Medicamentos) y nos ha llamado la atención su último número, que lleva por título REVISIÓN DE LAS GLIFLOZINAS: NUEVAS EVIDENCIAS Y LUGAR EN TERAPÉUTICA.
En este boletín se hace un repaso sobre los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT-2), exponiendo los resultados obtenidos en los diferentes ensayos clínicos de seguridad CV, que motivaron posteriormente otros estudios destinados a evaluar su uso en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca (IC) y sus efectos sobre la función renal.
Los resultados sobre la utilización en IC mostraron reducir las hospitalizaciones por IC en pacientes con DM2 de alto riesgo CV, independientemente de los antecedentes de IC, y en pacientes con IC y VI reducida, con o sin DM2.
En cuanto a los efectos en la función renal, las gliflozinas mostraron reducir el deterioro renal en pacientes con DM2 y alto riesgo CV, además de retrasar el empeoramiento a enfermedad renal terminal en pacientes con ERC con o sin DM2.
Toda esta información ha hecho que la aparición de estos fármacos haya sido celebrada como un hito histórico en el tratamiento de la diabetes al ser capaces de modificar el pronóstico de los pacientes que aúnan diabetes y enfermedad CV, desplazando a la clásica metformina, a la vez que son muy bien tolerados.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y el Boletín nos ayuda a poner en perspectiva los resultados de dichos estudios, poniendo de manifiesto sus diferentes y numerosas limitaciones, a la vez que llama la atención sobre un perfil de efectos adversos que no es tan inocuo como pareciera (infecciones genitourinarias, gangrena de Fournier, hipotensión, fallo renal agudo, cetoacidosis, riesgo de amputación...), que incluso ha generado la emisión de diversas alertas de seguridad por parte de la AEMPS (aquí y aquí) y que ha hecho que la revista Prescrire incluya a estos fármacos en su Listado de medicamentos a evitar para 2021.
Finalmente, los compañeros del INFAC nos resumen las situaciones en las que la evidencia actual apoyaría su uso así como una serie de consideraciones prácticas a la hora de utilizar estos medicamentos (precaución en pacientes con factores de riesgo de amputaciones, arteriopatía, neuropatía periférica y úlceras previas, precaución en ancianos por riesgo de hipotensión e hipovolemia, reajustes de otros tratamientos, señales de alerta que motivarían su interrupción, etc.).
Como siempre, nos despedimos recomendado la lectura completa de este boletín y, esta vez, sin prometer nada para no caer en nuevos incumplimientos. Ya dijo Napoleón que el medio más seguro de mantener la palabra dada es no darla nunca, y ¿quiénes somos nosotros para llevarle la contraria al Emperador?
Que paséis un buen fin de semana.
martes, 1 de septiembre de 2020
Ración doble de boletines: deprescripción en demencia y actualización en el tratamiento del asma
Sabemos que hoy no es viernes, pero es que nos pueden las ganas de volver a publicar. Después de meses de silencio, el blog renace de sus cenizas y vuelve pisando fuerte con dos pesos pesados: el Boletín de Información Farmacoterapéutica de Navarra (bitn) y el Boletín Terapéutico Andaluz (BTA), que nos vienen con dos temas de máxima utilidad para las consultas de Atención Primaria: la deprescripción de fármacos antidemencia y la actualización en el manejo del asma.
Se trata de un tema del que ya hemos hablado en entradas anteriores del blog (aquí y aquí) y cuya problemática es de todos conocida: los tratamientos se cronifican más allá de toda evidencia y sensatez porque nadie quiere/sabe/se atreve a retirarlos.
Este boletín pretende propocionar una herramienta que sirva de guía para la deprescripción de estos fármacos (anticolinesterásicos y memantina) en los pacientes susceptibles de ello (es de sobra conocido que una de las barreras que encuentran los facultativos para la deprescripción es el desconocimiento de cúando y cómo hacerlo y la incertidumbre ante las posibles consecuencias).
En el boletín se establecen la situaciones en las que plantearnos la retirada de estos medicamentos (básicamente en pacientes con demencia avanzada (GDS≥6), así como en aquéllos que hayan sufrido efectos adversos o interacciones con otros tratamientos y en quienes no se observe eficacia) y cómo llevarla a cabo (de forma escalonada y monitorizando la respuesta).
Hemos de decir que las recomendaciones contenidas en este boletín coinciden con las del Protocolo de Utilización Terapéutica de Fármacos en Enfermedad de Alzheimer (2018) de la CCOAFT de Andalucía, cuyo seguimiento por los clínicos podríamos calificar de mejorable. Tal vez viendo que desde otros ámbitos se llega a las mismas conclusiones consigamos que estas prácticas vayan calando en el día a día de las consultas.
Las últimas guías de asma del 2020 (GINAy GEMA) incorporan cambios en sus recomendaciones de tratamiento, en especial en asma grave.
Pese a que el tratamiento de mantenimiento se sigue basando en el uso de corticoesteroides inhalados (CI) a las menores dosis posibles y se mantiene la estructura en escalones que debemos subir o bajar en función del estado del paciente, los cambios introducidos, como el empleo de medicamentos biológicos, hacen necesaria una lectura en profundidad.
La nueva guía española (GEMA 5.0) incluye 6 escalones terapéuticos:
1) Intermitente → SABA a demanda;
2) Persistente leve → iniciar tratamiento con CI (dosis baja);
3) Persistente moderada → añadir un LABA al CI a dosis baja o aumentar dosis de CI (dosis media);
4) Tratar con CI a dosis media + LABA
5) Persistente grave → aumentar dosis de CI (dosis alta) + LABA;
6) Añadir un fármaco biológico al tratamiento, según fenotipo del paciente → omalizumab, mepolizumab, reslizumab, benralizumab o dupilumab.
El boletín concluye con una serie de recomendaciones sobre el manejo del asma en estos tiempos de COVID-19. Como siempre hacemos, os recomendamos encarecidamente su lectura completa.
En fin, que aquí estamos de vuelta y esperamos que para no volvernos a esconder. ¿Si Gardel ya cantaba "que veinte años no es nada", qué son estos escasos 4 meses de silencio? Pues menos que nada.
Hasta pronto