viernes, 25 de enero de 2019

[Alerta de Farmacovigilancia] Arritmias por Interacciones Medicamentosas

Estimados compañeros

Dicen que año nuevo, vida nueva, así que comenzamos el 2019 acudiendo a una fuente cuyas aguas no habíamos catado anteriormente: el boletín Alerta de Farmacovigilancia, editado por el Centro Andaluz de Farmacovigilancia (CAFV). En concreto, nos ha llamado la atención el número que dedican a las arritmias por interacciones medicamentosas.     

Aunque la fuente es nueva, el agua esta ya la hemos probado: los efectos adversos de los medicamentos, agravados por la polifarmacia y en los que, en ocasiones, no caemos a la hora de iniciar tratamientos o cuando aparece un nuevo síntoma

Las arritmias inducidas por medicamentos son un tipo de efecto adverso de gravedad variable, que si bien pueden ser levemente sintomáticas, también pueden requerir ingreso hospitalario e incluso amenazar la vida del paciente. En este número se abordan las bradicardias inducidas por medicamentos, los medicamentos que prolongan el intervalo QT, tema sobre el que recomendamos echarle un vistazo a esta otra entrada, y por último, se analizan las notificaciones de arritmias por interacción medicamentosa comunicadas al CAFV.   

Que paséis un estupendo fin de semana.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

[BIT Navarra] Suplementos minerales ¿Son realmente necesarios?

Estimados compañeros

Volvemos a la carga esta semana, víspera de las fiestas navideñas, con uno de nuestros boletines favoritos, el Boletín de Información Farmacoterapéutica de Navarra (BIT Navarra). Se trata de su último número publicado, que lleva por título Suplementos minerales. ¿Son realmente necesarios?

En él se realiza una estupenda revisión de la evidencia disponible sobre el papel preventivo y de tratamiento en ciertos problemas de salud que se atribuye a la suplementación oral de magnesio, zinc y selenio , hecho éste que ha motivado un incremento de su consumo en los últimos años. Entre otras patologías, se revisa la evidencia que sustenta su uso en HTA, DM2, depresión, resfriado o deterioro cognitivo. Asimismo, se incluyen sus correspondientes interacciones con medicamentos y contraindicaciones.

Os dejamos con las conclusiones de la revisión, os recomendamos la lectura completa del boletín y aprovechamos para desearos unas Felices Navidades y una estupenda entrada de 2019. ¡Nos leemos el año que viene!









viernes, 23 de noviembre de 2018

[SERGAS] Prácticas seguras con medicamentos de uso crónico

Estimados compañeros

Este viernes nos hacemos eco de 2 números del Boletín de Información Terapéutica del Servicio Gallego de Salud titulados Prácticas seguras con medicamentos de uso crónico (I y II).

El objetivo del boletín es revisar y exponer la evidencia disponible (estudios, alertas de seguridad, boletines, consensos de expertos...) sobre el riesgo que puede conllevar la utilización de ciertos medicamentos en determinadas situaciones clínicas o cuando  están  asociados  a  otros  medicamentos,  así  como  proporcionar  recomendaciones  para  evitar  potenciales  problemas  de  seguridad, en relación con 14 criterios seleccionados.

Como veréis, algunos de esos criterios forman parte de nuestro programa de Revisión de Potenciales Problemas de Prescripcion (RP4) y de otros ya hemos hablado anteriormente:


1. Evitar la prescripción de dos o más medicamentos antitrombóticos de manera indefinida (>12 meses), salvo en situaciones muy trombogénicas.
2. Evitar prescribir AAS de forma crónica en dosis superiores a 150 mg.
3. Evitar la prescripción de dos AINE.
4. Evitar la prescripción crónica de AINE en pacientes tratados con terapia antitrombótica.
5. Evitar la prescripción de IECA/ARAII/ALISKIRENO+diurético+AINE CRÓNICO (triple whammy).
6. Evitar el uso combinado de medicamentos que actúan sobre el SISTEMA RENINA-ANGIOTENSINA.
7. Evitar la prescripción de dos CORTICOIDES/LAMA/LABA inhalados.
8. Revisar bifosfonatos por un periodo de tiempo superior a 5 años.
9. Evitar teriparatida por un periodo de tiempo superior a 2 años. 
10. Evitar la prescripción concomitante de opioides mayores y menores.
11. Evitar la prescripción de fentanilo de liberación rápida en pacientes sin tratamiento de mantenimiento previo para el dolor crónico oncológico.
12. Evitar la prescripción de buprenorfina (agonista mixto) en pacientes en tratamiento con otros opioides.
13. Revisar la prescripción de 2 o más medicamentos con alto potencial anticolinérgico.
14. Revisar la prescripción de medicamentos anticolinérgicos en pacientes con demencia o deterioro cognitivo tratados con inhibidores de la acetilcolinesterasa o anti-NMDA.

Que paséis un estupendo fin de semana.

jueves, 11 de octubre de 2018

[BTA] Dispositivos de inhalación para asma y EPOC

Estimados compañeros

Como ya os hemos comentado en múltiples ocasiones, para nosotros este humilde blog no es sólo una manera de difundir información que nos parece interesante, sino que también constituye nuestro almacén de conocimientos particular, al que acudimos cuando nos hace falta.

La entrada de hoy va dedicada a uno de esos boletines que no sólo es interesante leer una primera vez, sino que interesa tenerlos a mano para consultarlos en cualquier momento. En concreto, se trata del número del Boletín Terapéutico Andaluz (BTA), editado por CADIME, que lleva por título Dispositivos de inhalación para asma y EPOC

En el mismo se recogen aspectos tan importantes como los distintos dispositivos comercializados y cuál elegir en cada caso (incluyendo un útil algoritmo), indicaciones sobre la técnica de inhalación y el entrenamiento de los pacientes y recomendaciones para los profesionales.

Que paséis un buen fin de semana.

jueves, 6 de septiembre de 2018

[Universidad de Sydney] Recomendaciones para la deprescripción de fármacos antidemencia


Todos los medicamentos proporcionan un beneficio potencial acompañado de ciertos riesgos. Tanto el beneficio como los riesgos pueden evolucionar a lo largo del tiempo, especialmente los tratamientos prolongados. Por lo tanto, el uso apropiado de los inhibidores de la colinesterasa (IACEs) y de la memantina implica tanto su prescripción a aquellos pacientes susceptibles de recibir ese beneficio como su deprescripción (retirada) en aquellos pacientes donde los riesgos superen a los beneficios. 

Estimados compañeros

El fragmento anterior pertenece al documento que os traemos hoy, publicado por la Universidad de Sydney: Recomendaciones basadas en la evidencia para la deprescripción de IACEs y memantina, que está extraído de una Guía de Práctica Clínica más extensa. Habrá quien en este momento se esté preguntando "¿pero no he leído yo sobre este mismo tema hace muy poco?"; pues sí, ya que tratamos este mismo tema en una entrada reciente.   

Como hemos comentado en numerosas ocasiones ya, la deprescripción es un proceso complicado y que genera muchas dudas en los facultativos. Por ello, el propósito del documento que traemos hoy al blog es "ayudar a los profesionales sanitarios (en especial a los prescriptores) a determinar cuándo podría estar indicado probar a retirar estos medicamentos a un paciente".

Antes de continuar, es necesario mencionar que estas recomendaciones están catalogadas como evidencia de baja o muy baja calidad. En concreto, se trata de recomendaciones basadas en consensos o CBR (basadas en revisiones sistemáticas donde la evidencia es limitada o de baja calidad) y puntos de práctica o PP (basadas en la opinión de expertos y revisiones no sistemáticas). Sin embargo, los autores también afirman que el grado de recomendación es fuerte, basado principalmente en que la evidencia disponible (pese a su baja calidad) y el juicio clínico nos dicen que una retirada pautada y cuidadosamente supervisada, como se propone aquí, presenta escaso potencial para causar daño en la mayoría de los pacientes. 

Las recomendaciones de esta Guía se aplican a pacientes que hayan estado en tratamiento con estos medicamentos durante un mínimo de tiempo (12 meses) y a dosis máxima tolerada. En estos casos, se recomienda llevar a cabo lo que denominan un ensayo de deprescripción.

 
Por su misma definición, este ensayo de deprescripción presenta una ventaja añadida: nos permite identificar a aquellos pacientes que sí se están beneficiando del tratamiento.

¿Cuándo estaría pues indicado llevar a cabo la retirada de estos medicamentos, según esta Guía? Las recomendaciones las tenéis en el documento original y también las hemos traducido aquí.

Por último, n el documento se dan consejos sobre qué hacer tras la retirada del medicamento, incluyendo la revisión del paciente, información a la familia de qué puede pasar y cómo detectar posibles síntomas de empeoramiento y facilitar un contacto que la familia pueda acceder a él en caso necesario; se incluye una tabla resumen con los potenciales riesgos y beneficios tanto de continuar con el tratamiento como de retirarlo, junto con un algoritmo de deprescripción que nos ha parecido especialmente últil. 

Reflexión final:

Si algo debemos tener claro en la deprescripción es que, para que tenga éxito, debemos tener en cuenta los valores, preferencias y experiencias previas tanto del paciente como de su familia o cuidadores. La retirada del medicamento puede generarles, a menudo, miedo ante una posible descompensación de su situación clínica o tomarse como una especie de abandono del paciente o de que se tira la toalla porque ya no vale la pena seguir tratándolo. Para evitar esto, es imprescindible una buena comunicación entre los clínicos y el paciente y su entorno, pero para que el clínico pueda transmitirle a la familia la pertinencia de llevar a cabo el ensayo de deprescripción, es necesario que él mismo esté convencido de ello.

Por desgracia, en este campo nos movemos en un piélago de incertidumbres. ¿Merece siempre la pena emprender el ensayo de deprescripción si se dan las condiciones teóricas para ello? Hay quien opina que sí, porque en el caso de que hubiera que dar marcha atrás y reintroducir el medicamento, es una forma de identificar al paciente que se sigue beneficiando del mismo y hay quien opina que se corre el riesgo de descompensar a un paciente que se encuentra estable y que la retirada del medicamento sólo debe llevarse a cabo ante la evidencia de que está generando un perjuicio al paciente. 

El debate está servido. De los 951 pacientes en tratamiento con IACEs en nuestro Distrito de los que hablábamos en la entrada anterior, más del 75% llevan más de 12 meses de tratamiento. ¿Nos plantearíamos llevar a cabo un ensayo de deprescripción tal y como se describe en la Guía? Como Pizarro en la Isla de Gallo, trazamos una raya en el suelo con nuestra espada. Por este lado se va a la inercia terapéutica y a la yatrogenia. Por este otro al uso racional del medicamento. Escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le estuviere. Sólo 13 hombres (Los 13 de la Fama) de los 112 supervivientes que componían su expedición, decidieron cruzar la línea trazada por Pizarro. ¿Quién se apunta?  

Que paséis un estupendo fin de semana.









viernes, 31 de agosto de 2018

[Ojo de Markov] 9 pasos para el éxito en la prescripción de opioides en dolor crónico no oncológico

Estimados compañeros


 El uso de opioides en dolor crónico no oncológico (DCNO) es un tema controvertido y es, en parte, responsable del incremento tan acusado de la prescripción de opioides a nivel nacional

Tal y como se expone en el boletín, el empleo de opioides mayores en DCNO a largo plazo es controvertido y la evidencia disponible escasa. No está claro el beneficio a largo plazo en el alivio del dolor, en la funcionalidad o en la calidad de vida. Hay que aceptar que hay pacientes que fracasan; que sufren efectos adversos graves y que, aunque la prescripción haya sido correcta, es posible un uso inadecuado.

Asimismo, los opioides, manejados de forma correcta, pueden ser muy eficaces en algunos tipos de DCNO. Sin embargo, su empleo a dosis altas durante periodos prolongados, especialmente en poblaciones vulnerables, conlleva un alto riesgo de dependencia, abuso, adicción, uso indebido y conductas aberrantes.

Especialmente llamativa nos parece la última de sus conclusiones: recordar que los opioides se prescriben fácilmente pero su retirada es muy difícil, realidad ésta de sobra conocida por aquellos facultativos con pacientes con DCNO en tratamiento con altas dosis de fentanilo de liberación rápida, pese a estar su uso totalmente desaconsejado y fuera de Ficha Técnica.

Por su interés, recomendamos encarecidamente la lectura de este boletín, en especial a aquellos compañeros que tienen pacientes en esta situación. Que paséis un buen fin de semana.