Estimados compañeros
Volvemos sobre un tema que no por ya tratado (aquí, aquí o aquí), deja de ser de máximo interés: el empleo de opioides en dolor crónico no oncológico (DCNO).
Traemos hoy el último número del Boletín INFAC, que lleva por título DOLOR CRÓNICO NO-ONCOLÓGICO: ¿OPIOIDES?.
En este boletín, tras introducir la clasificación vigente del dolor crónico y el nuevo enfoque biopsicosocial para su abordaje, se pasa a analizar la última evidencia sobre el uso de opioides en dolor crónico y, más concretamente, en DCNO.
Así, los resultados de la experiencia clínica y el análisis crítico de los ensayos clínicos evidencian que los opioides en el DCNO no son ni tan seguros ni tan efectivos como en un principio se había interpretado, por lo que se puede concluir que la evidencia disponible no apoya el uso de opioides en el tratamiento a largo plazo del DCNO debido a los escasos datos sobre su eficacia a largo plazo y el riesgo de daños graves.
Las GPC recomiendan reservarlos para casos muy seleccionados cuando otros tratamientos han resultado inefectivos o están contraindicados, a la dosis más baja posible y durante un tiempo limitado, solo si los beneficios observados –mejora en la funcionalidad y calidad de vida- superan los potenciales riesgos.
En resumen: debemos hacer un uso prudente de los opioides en estos pacientes.
¿EN QUÉ CONSISTE EL USO PRUDENTE DE OPIOIDES EN DCNO?
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